La ley autonómica del deporte ha tenido graves consecuencias para esta pequeña, que sufre parálisis cerebral severa. La nueva normativa ha llevado al despido de su fisioterapeuta en la piscina de Aldaia, siendo sustituido por un preparador físico que al no ser sanitario no puede atenderla, dejándola sin tratamiento. Una preocupación que viene denunciando reiteradamente el Colegio de Fisioterapeutas y de la que advirtió a todos los grupos políticos en las reuniones que mantuvo con ellos previas a su entrada en vigor. La madre de Irene, Mayte, subraya que "gracias a la hidroterapia, Irene mantenía un mínimo de movilidad y podía sentirse como otros niños aunque fuera por un rato. Le han quitado todo esto de un plumazo", explica con angustia.