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Monográfico
Informació col·legial
24 | FAD La Fisioterapia en la Atención Primaria y Comunitaria 24 |
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La atención comunitaria pide paso
Mª Rosario Mondéjar Martín
Colegiada 534
Fisioterapeuta en el Centro de Salud Villena 1
Miembro de la Comisión de Sanidad Pública del ICOFCV
Es un hecho incuestionable que la atención primaria ha experimen-
tado un cambio sustancial en los últimos años, al menos en el ámbi-
to que a nosotros nos ocupa, que no es otro que el de la fisiotera-
pia. Llevamos tiempo reclamando el cambio del modelo asistencial:
tratamientos en camilla sí, pero también programas comunitarios
de educación dirigidos a la base poblacional. Hemos estado tantos
lustros encerrados en las salas de fisioterapia que, en los equipos de
atención primaria, nadie contaba ya con nosotros.
Nos dimos cuenta -o verbalizamos, porque hacía mucho que lo
sabíamos- de que existía un campo extenso para los fisioterapeu-
tas que estaba literalmente abandonado: la prevención y la edu-
cación comunitaria. Ambos aspectos pertenecen al profesional de
atención primaria y, desde nuestra experiencia, creemos que va a
reportar grandes beneficios, ya que el paciente educado en salud
puede ser menos dependiente de un sistema sanitario colapsado
por la hiperfrecuentación. Los usuarios atendidos en fisioterapia
preventiva e instruidos en programas comunitarios adquieren he-
rramientas y conocimientos para afrontar patologías de alta preva-
lencia y baja complejidad.
En la Comunidad Valenciana, existen programas generales de salud
materno-infantil, promoción de la actividad física, educación sexual,
autocuidados y salud mental. Además, de forma minoritaria, se tra-
baja con otras propuestas, como en la atención en enfermedades
metabólicas, talleres asociados a cuidados de espalda e higiene
postural, tratamiento del dolor crónico y prevención de caídas.
Los fisioterapeutas de atención primaria deberíamos intervenir en
muchos de estos programas y talleres ofertados en nuestro ámbito
sanitario. Sin embargo, la presión asistencial de los tratamientos
individualizados nos impide colaborar con lo que, en principio, se-
ría nuestro verdadero objetivo: primera línea de intervención con
el paciente y la educación grupal y comunitaria.