21 de septiembre, Día Mundial del Alzheimer: el papel de la Fisioterapia (Art. colegiado Paco Lozano)

 

El Colegio de Fisioterapeutas recuerda que el tratamiento fisioterápico es clave para darle mayor autonomía al enfermo. Nuestro colegiado y fisioterapeuta en la Asociación de Familiares y Amigos de Enfermos de Alzheimer de Alicante, Paco Lozano, nos explica los principales síntomas de esta enfermedad y cómo la fisioterapia mejora la calidad de vida de los afectados y de sus cuidadores.

21 de septiembre, Día Mundial Alzheimer: el papel de la Fisioterapia (Art. colegiado Paco Lozano)

Con motivo del Día Mundial del Alzheimer, que se celebra hoy 21 de septiembre, el Colegio Oficial de Fisioterapeutas de la Comunidad Valenciana recuerda que la fisioterapia es clave para darle mayor autonomía al enfermo así como para ayudar y apoyar a la familia a la hora de afrontar la enfermedad.

El Alzheimer es una demencia degenerativa que altera la capacidad de razonamiento y cuya causa se desconoce. Según la Confederación Española de Alzheimer la cifra de afectados en España es de 1,2 millones de personas, el 13,4% de los mayores de 65 años de nuestro país. En la Comunidad Valenciana existen aproximadamente 27.000 casos diagnosticados, cifra que sigue en aumento. A estos se deben sumar los casos sin diagnosticar.

Nuestro colegiado Paco Lozano Martínez, fisioterapeuta en la Asociación de Familiares y Amigos de Enfermos de Alzheimer de Alicante, subraya en su artículo que el paciente sufre una pérdida de autonomía que le hace dependiente de un cuidador, llegando a necesitar atención por parte de un cuidador las 24 horas del día en fases avanzadas de la enfermedad. “Gracias a la fisioterapia y al resto de profesionales sanitarios, podemos mejorar la autonomía y calidad de vida del paciente, ayudar al cuidador o darle un respiro, y retrasar o mantener la evolución de la enfermedad lo máximo posible”, explica nuestro colegiado.

Así mismo, Paco Lozano expone los criterios de diagnóstico que se utilizan en la actualidad así como los síntomas más habituales: afasia, apraxia, agnosia, amnesia, alteraciones del comportamiento y deterioro de la capacidad de juicio y de razonamiento abstracto.

El objetivo principal del tratamiento es mejorar/mantener la calidad de vida del enfermo y la de los que le rodean. Por ese motivo, al tratamiento farmacológico hay que sumarle el no farmacológico, en el que la figura del fisioterapeuta es clave, amoldando el tratamiento al estadio de demencia del paciente en función de si es leve, moderado o grave.

“Como fisioterapeutas, nuestro objetivo es mantener o mejorar la calidad de vida y potenciar la autonomía del paciente. No debemos descuidar las aptitudes funcionales, psicológicas y psicomotoras, y tenemos que conseguir que la actividad física se convierta en un hábito diario. Por otra parte, debemos informar a los familiares y resolver sus dudas, concienciar y educar a la familia sobre los beneficios y la necesidad de realizar actividad física diaria, prevenir el aislamiento socio-familiar del enfermo y las actitudes negativas de la familia ante la patología y la dependencia”, añade Paco Lozano, tras lo que explica en qué se basa el tratamiento en función de la fase en la que esté el paciente.

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